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19/6/13

¿VINOTECAS DIFERENTES O UNA EMBLEMÁTICA BODEGA DE BARCELONA?

Foto de la fachada de Celler de Gelida

Cuando Barcelona se inunda de diferentes comercios de diseño franquiciados para la venta de vino que se hacen llamar vinotecas y casi siempre regentadas por aficionados con el afán único de ganar dinero, en el barrio de Sants existe una emblemática bodega fundada a finales del siglo XIX.


En 1885, el bisabuelo del actual propietario, fundó la bodega Gelida, una humilde bodega de Barcelona, no diferente a cualquier otra, dedicada a la venta de vinos a granel.

En los años 70, su bisnieto Toni Falguera, que había nacido en ese mismo local y seguía la tradición familiar, empieza a viajar fuera de España, se sacia de lecturas especializadas y decide apostar por la innovación. Cambia radicalmente la filosofía y organización de la bodega, se especializa en vinos embotellados y nace así el “Celler de Gelida” ubicado en la calle Vallespir 65 de Barcelona.

Desde entonces Toni ha conseguido reunir, con gran conocimiento y gran criterio, más de 3.500 referencias de vino y más de 100 añadas diferentes, joyas de coleccionistas, burdeos y riojas de principios de siglo pasado, que forman una colección muy importante.
Toni es una gran defensor y promotor de los vinos catalanes, pero no tiene cualquier botella de vino, aquellas que no tienen una relación calidad-precio no las encontrarás en su bodega. Aquí se venden solo vinos con el convencimiento que detrás existe una calidad y esto se transmite a su clientela, que ha ido aumentando con el boca a oreja.
Foto de una estantería de vinos

Al disponer en nuestra Barcelona de tantas añadas diferentes, podemos escoger en esta bodega aquella botella de aquel año tan especial que queramos recordar, un nacimiento, una boda, un buen recuerdo para celebrarlo junto a la persona indicada; seguro que Toni te ayudará en la elección.

Toni Falguera es la cuarta generación, pero ya hace tiempo se incorporó la quinta generación, Ferrán y Meritxell, que además trabajan junto a un equipo muy profesional de colaboradores. Ferrán ha abierto la bodega a las nuevas tecnologías, está vendiendo vinos a todos los rincones del planeta. Meritxell,, es también una gran experta con un blog muy interesante.

En el local de enfrente, Celler de Gelida tiene otra bodega apta para guardar en inmejorables condiciones hasta 100.000 botellas. Toni va adquiriendo las mejores cosechas en su juventud y las deja hasta allí hasta que alcanzan su punto óptimo de degustación. Esto le permite ofrecer en su bodega grandes vinos al mejor precio.

Si no conocéis esta bodega de Barcelona, os aconsejo la visitéis y dejar aconsejar. O si prefieres guiarte por tus conocimiento o instintos, date una vuelta por sus estanterías, en cada botella encontrarás una etiqueta colgada con los datos y características de ese vino.

7/5/13

¿SABES CUAL ES EL RESTAURANTE MAS ANTIGUO DE BARCELONA?

Sin duda el restaurante mas antiguo de Barcelona es Can Culleretes, se fundó en el siglo XVII.


Para mí, Can Culleretes es el mejor ejemplo en Barcelona del aquel tipo de restaurantes que me gusta conocer cuando, como turista, visito una nueva ciudad. Tiene todo lo que busco en esos casos, es diferente, está ubicado en el caso antiguo de la ciudad, tiene una historia que contar relativa al país, exhibe la ambientación que le corresponde a ese entorno, ofrece una cocina de sus platos locales y si además atienden adecuadamente y se come bien, le doy un sobresaliente.
Foto puerta entrada a Can Culleretes

Enclavado en una callejuela medio escondida del barrio gótico de Barcelonacalle d'en Quintana 5, junto a las Ramblas, el restaurante Can Culleretes ha pasado por las manos de varias familias y generaciones a lo largo de su larga historia.
En su fachada muestra que la fecha de su fundación fue en 1786, pero sus inicios son incluso anteriores, ya que anteriormente era una cremería. Elaboraban y vendían natillas, crema, horchata, chocolate...

La fama de Can Culleretes se inicia hacia el año 1900. Entonces, el local se hizo conocido por sus “sopars de duro” (cenas de duro), algo así como grandes cenas a tres céntimos de euro.
A finales del siglo XIX Tito Regás, bisabuelo de Oriol Regás, creador del emblemático local Bocaccio (1967-1981) de la calle Muntaner de Barcelona, lo compró.
Pasó por una época de decadencia después de la Guerra Civil hasta que en 1958 Francesc Agut lo compró y empieza a ser frecuentado por artistas, escritores y personalidades de la cultura.
Agut fue ampliando progresivamente el local y se hizo popular por sus platos tan típicos.

Su peculiar nombre, que en castellano se traduciría “Casa Cucharitas” tiene su origen mas probable en los orígenes diferentes de este establecimiento. Como por aquel entonces era una cremería y se utilizaban muchas cucharitas, los camareros demandaban a gritos en el mostrador, ¡¡¡culleretes, culleretes!!!. De tanto oír al camarero decir estas palabras, el establecimiento se quedó con este nombre.
Otra versión, y según los propietarios, no tan probable, explica que el nombre del restaurante se debe al hecho de que fue el primero de Barcelona en utilizar cucharillas de metal en lugar de cucharillas de madera.

Foto del comedor situado al final de la entrada El restaurante tiene una cocina catalana elaborada, mesas muy juntas, mucha animación y con precios ajustados
Está dividido en cuatro comedores y sus paredes están llenas de cuadros de época.
Recomiendo el comedor donde estuve comiendo el pasado miércoles. Está situado al final de la entrada, repleta de fotos dedicadas de algunos de los muchos personajes que han pasado por este lugar.

Determinar cual es su plato estrella es complicado. Son famosos sus canalones de bacalao y espinacas, sus gambas al ajillo, su perdiz a la cazadora, su civet de jabalí, su parrillada de pescado, su bacalao a la llauna, y sus postres caseros. Pero yo me quedo con su Pica Pica de pescado y marisco, una forma diferente de comer pescado y marisco, degustarlo en todas sus variaciones, al vapor, al ajillo, frito a la romana o a la plancha.