Si miramos al suelo de la acera del número 69 de la Vía Layetana veremos un reloj grande y diferente de 2 metros de diámetro que siempre ha sido gafe para los propietarios del edificio delante de donde se encuentra.
Es un reloj que marca las horas y minutos con llamativas esferas de luz en el pavimento. La esfera del reloj tiene en el centro el logotipo de la Banca Rosés representado por la cabeza de Hermes con su casco alado junto al escudo de Barcelona.
Fue la antigua Banca Roses quien encargo al prestigioso relojero Juan Cabrerizo la construcción de este reloj diferente que se inaugura el 31 de Diciembre de 1935 para felicitar el Año Nuevo.
Tenía un carillón con altavoces en el terrado que daba las horas y eso lo convirtió en un reloj muy popular en aquella época
Pocos meses después estalla la guerra civil, el reloj queda en muy mal estado y durante mucho tiempo deja de funcionar.
En 1957 la Banca Rosés desaparece y se transforma en el Banco Condal, que en 1971 derriba el edificio y construye allí mismo uno más moderno. En cuanto al reloj, el Banco Condal lo mantiene y adopta como propio.
Tampoco el Banco Condal tiene un buen final ya que es comprada por el holding RUMASA de Ruiz Mateos que ya sabemos cómo acabó.
En 1989 la Generalitat de Catalunya ocupa el edificio e instala allí la sede de Gobernació y el reloj es restaurado por el hijo del mismo relojero Cabrerizo que lo construyó.
Este reloj ha estado durante unos años funcionando hasta que finalmente se volvió a estropear.
En 2007 la Generalitat quiso instalar la sede de Memorial Democratic, la institución encargada de preservar y difundir la memoria de la lucha democrática durante la guerra civil y el franquismo, pero el edificio tenía graves deficiencias de seguridad y tuvo que ser cerrado.
Hoy el edificio y reloj están en un estado de abandono total y se está buscando comprador.
Cuatro propietarios ha tenido este reloj diferente de Vía Layetana 69 y ha sido gafe para todos ellos.
¿Traerá este reloj gafe mejor fortuna al próximo propietario?
Tenía un carillón con altavoces en el terrado que daba las horas y eso lo convirtió en un reloj muy popular en aquella época
Pocos meses después estalla la guerra civil, el reloj queda en muy mal estado y durante mucho tiempo deja de funcionar.
En 1957 la Banca Rosés desaparece y se transforma en el Banco Condal, que en 1971 derriba el edificio y construye allí mismo uno más moderno. En cuanto al reloj, el Banco Condal lo mantiene y adopta como propio.
Tampoco el Banco Condal tiene un buen final ya que es comprada por el holding RUMASA de Ruiz Mateos que ya sabemos cómo acabó.
En 1989 la Generalitat de Catalunya ocupa el edificio e instala allí la sede de Gobernació y el reloj es restaurado por el hijo del mismo relojero Cabrerizo que lo construyó.
Este reloj ha estado durante unos años funcionando hasta que finalmente se volvió a estropear.
En 2007 la Generalitat quiso instalar la sede de Memorial Democratic, la institución encargada de preservar y difundir la memoria de la lucha democrática durante la guerra civil y el franquismo, pero el edificio tenía graves deficiencias de seguridad y tuvo que ser cerrado.
Hoy el edificio y reloj están en un estado de abandono total y se está buscando comprador.
Cuatro propietarios ha tenido este reloj diferente de Vía Layetana 69 y ha sido gafe para todos ellos.
¿Traerá este reloj gafe mejor fortuna al próximo propietario?
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