La calle de los astrólogos y los brujos
La calle Estruc es una de las calles más mágicas y diferentes de la ciudad de Barcelona.
A principios del siglo XV a esta calle se la conocía como la de Astruc Sacanera, es decir del astrólogo y brujo Sacanera.
Dos lápidas puestas en las paredes por el hipnólogo Ricard Bru, una al principio de la calle y otra al final, recuerdan que este mago Astruc Sacanera vendía aquí mismo una pólvora especial y la famosa “Pedra Escurçonera” que permitía curar las picaduras de los insectos, incluso los más venenosos.
Astruc también es una hierba curandera y una palabra que se aplicaba a los brujos y curanderos.
El lugar exacto donde se encontraba la tienda de este mago se encuentra en el número 22 de la calle donde podemos ver un letrero que nos lo recuerda.
Otra curiosidad de esta calle mágica y diferente es que todas las puertas de sus casas tienen los números decorados con simbología relacionada con la brujería y símbolos esotéricos.
El lugar exacto donde se encontraba la tienda de este mago se encuentra en el número 22 de la calle donde podemos ver un letrero que nos lo recuerda.
Otra curiosidad de esta calle mágica y diferente es que todas las puertas de sus casas tienen los números decorados con simbología relacionada con la brujería y símbolos esotéricos.
Y todavía hay mas aspectos mágicos en esta calle, en el número 14 podemos ver un edificio del siglo XVIII, en cuya fachada encontramos dibujos mágicos de carros arrastrados por animales fantásticos, plantas, y esqueletos.
Más tarde, en el siglo XVI, otro astrólogo de prestigio se instaló en esta calle, se llamaba Bernardo Granullachs y fue conocido por la elaboración de un lunario.
La familia Estruc, descendiente directa del mago, tenía hasta hace poco en esta misma calle una librería antropológica donde vendían todo tipo de objetos muy extraños y provenientes de los innumerables viajes que realizaba su dueño por todo el mundo.
En esta calle de Barcelona también esta APZ, el bar que hace magia de mi amigo Jose.
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