Es difícil encontrar en toda Barcelona un buzón tan diferente. Tiene esculpidos cinco golondrinas y una tortuga. Es curioso pero es verdad.
Este buzón se encuentra en la pared de la casa de la Ardiaca, a la derecha de su puerta renacentista.
La casa de la Ardiaca está situada junto a la Catedral de Barcelona,en la calle de Santa Lucía número 1, en pleno barrio Gòtic.
Este antiguo edificio fue ocupado por el archidiácono de la catedral de Barcelona que en el Siglo XVI remodeló unas antiguas edificaciones del Siglo XII para transformarlas en su residencia.
La casa de la Ardiaca ha tenido diversos propietarios y usos a lo largo de los años.
En 1895 el Colegio de Abogados de Barcelona, que estaba entonces en la plaza Sant Felip Neri, compra este edificio y traslada allí su sede.
En 1902 encarga al arquitecto modernista Lluís Domènech i Montaner la decoración del edificio incluyendo este buzón diferente de Barcelona, rectangular y fabricado con mármol blanco.
El buzón tiene esculpidos en relieve cinco golondrinas, una tortuga, hojas de hiedra y el escudo del Colegio de Abogados de Barcelona.
Todos estos elementos responden a la interpretación insólita del arquitecto Domènech i Montaner.
Así las golondrinas serían el símbolo de libertad de la justicia y la rapidez deseada por las partes del juicio. La tortuga sería la representación de la lentitud en el funcionamiento de la justicia. Y las hojas de hiedra serían los enredos burocráticos.
Otras interpretaciones dicen que sería una alegoría al funcionamiento del correo, por las golondrinas como símbolo de la rapidez y la realidad de la lentitud de las tortugas.
No está garantizado, pero acariciar el caparazón de esta tortuga da buena suerte para una temporada.
Desde 1921 esta casa es sede del Archivo Histórico Municipal de Barcelona.
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